La semana pasada tuve mi segunda conferencia. Y fue en esta ocasión que pude identificar, con más claridad, algunas de las cosas que hasta ahora, me han formado como entrenadora personal.
Aquí hay tres de ellas:
Un cliente a la vez
Todos somos diferentes en muchas formas. Y de la manera en que cada uno de nosotros vemos el fitness es una de ellas.
Haber trabajado con tantas personas, me ha ayudado a aprender las fortalezas y debilidades de todos y cada uno de mis clientes. No solo en la fuerza física, sino también en la fuerza mental y en la fuerza del corazón.
Esto me ha permitido dar un mejor servicio y creer en que cada uno puede lograr sus objetivos si trabaja duro y de manera inteligente.
Mis hábitos
Todas las personas que han asistido a mis conferencias saben acerca de mis hábitos. Y de cómo estos me han permitido ser una persona enfocada y consistente.
Por ejemplo, el hecho de haberme ejercitado ininterrumpidamente por 5 años, me ha permitido tener un mejor conocimiento de lo que hago.
He aprendido que el trabajo del mejor entrenador no es necesariamente, el que hacen los que tienen un cuerpo perfecto o los que son más inteligentes.
Se puede tener éxito si se trabaja duro, consistentemente y con pasión.
El secreto del tiempo y el ejercicio
Este es el título de uno de mis artículos. Y es lo que me ha permitido ayudar a muchas personas a instalar el hábito del ejercicio, a ver el ejercicio como una fuerza positiva en sus vidas y, disfrutarlo más.
Gracias a esto, puedo realizar mi trabajo de entrenadora con entrenamientos cortos pero efectivos que demuestran que, no nos podemos solo enfocar en el tiempo.
Si nos enfocamos en la intensidad que ponemos en nuestras rutinas, el tiempo se convertirá en nuestro aliado.
El resultado
Ser entrenadora personal, por lo menos para mí, es trabajar con cada persona desde adentro hacia afuera. Haciéndola entender que el secreto para estar saludable y en forma está en trabajar de manera inteligente, disfrutando lo que haga y siendo consistente.
