Hace unos días escribí un artículo acerca de cómo la música nos podía poner en el ánimo de ejercitarnos, cuando en realidad no teníamos el deseo de hacerlo.
En este nuevo artículo te traigo otros tips que pueden, también, ayudarte a conseguir ese empujoncito para ejercitarte cuando en realidad no quieres hacerlo.
1.- Entrena en buena compañía
Entrenar con un buen grupo tiene muchas ventajas, entre ellas el compromiso de no saltar tu entrenamiento y ser responsable ante tus compañeros. Otra es pensar en lo bien que te hará sentir entrenar con gente con buena energía.
2.- Identifica lo que te motiva
La motivación varía de persona a persona. En mi caso me siento más feliz cuando me ejercito. En otros casos puede ser dormir mejor o sentirse más relajada. Cuando entiendas lo que te motiva y te hace sentir bien, no lo tendrás que pensar mucho para hacer tu actividad física.
3.- Empodérate
Empodérate. Asume tu estado de ánimo y toma acción. Al final de la jornada haberte ejercitado, hará una gran diferencia en tu día y en tu ánimo.
4.- Tómalo con calma
Hay días en los que realmente no deseo un entrenamiento intenso o simplemente no quiero hacer nada; estoy segura que esto te pasa a ti también. Es cuando entonces elijo algo más terapéutico; salgo a dar un paseo–que incluye una vuelta en cada piso de “Blue Mall”–y después hago una corta sesión de estiramiento.
5.- Piensa en rutinas cortas
Hay muchas rutinas cortas que puedes hacer y que equivalen a un entrenamiento largo, por ejemplo las de intervalo de alta intensidad o HIIT. Con estas no solo te habrás ejercitado en pocos minutos, sino que también te sentirás muchísimo mejor física y anímicamente cuando las hayas realizados.
Es cierto que hay que descansar entre sesiones de actividad física, pero el día que te toque hacer un entrenamiento y no estés en ese ánimo, recurre a uno de estos tips y no te quedes sin entrenar.
Esta comprobado que siempre te sentirás mejor después que te hayas ejercitado. Eso tendrá un impacto positivo en tu día y en todas las actividades que hagas. Si sientes que no lo puedes lograr, entonces descansa, pero nunca más de dos días de corrido.
Cuando te sientes sin energía para ejercitarte: ¿Dónde encuentras la motivación? ¿Te quedas sin entrenar? ¿Cuál otro tip pudieras agregar?