Mientras mucha gente sufre de no ejercitarse, una vez empiezas, el ejercicio se puede volver adictivo y algunas personas terminan ejercitándose demasiado, ya sea porque lo hacen intensamente y/o frecuentemente.
Una parte importante para conseguir un óptimo nivel de fitness es recuperarte, y algo que debes tener en cuenta es que, según aumenta la intensidad, la frecuencia debe ser disminuida.
Para que tus sesiones de ejercicio sean productivas necesitas darle a tu cuerpo tiempo para recuperarse entre una sesión y otra.
Estos son algunos de los síntomas que pudieran ser una señal de que te estás ejercitando demasiado y necesitas recortar un poco los entrenamientos, y permitirle a tu cuerpo que se recupere.
El ejercicio te deja exhausto.
Te enfermas fácilmente o te toma mucho tiempo salir de una gripe.
Te sientes decaído.
No puedes dormir o no pareces descansar lo suficiente.
Sientes las piernas pesadas.
Sientes tu cuerpo adolorido durante muchos días de corrido.
La clave es que con cualquier programa de entrenamiento o cambio de estilo de vida, escuches tu cuerpo cuidadosamente. Tu entrenador puede ayudarte dándote la guía y los principios, pero la clave para tu éxito estará también en escuchar lo que tu cuerpo te dice y hacerle caso.