6/12/2013 Mi Selección de la Semana en Fitness y Salud

Pili Cuadrado

Pili Cuadrado

Sé que tienes una agenda muy ocupada, pero quieres mantenerte al día con las últimas noticias e investigaciones sobre fitness y salud. Por eso, cada semana te informo sobre un artículo reciente que he leído. El artículo de esta semana es:

The power of a Daily Bout of Exercise [El poder del Ejercicio Diario]

Un nuevo estudio sugiere que una sesión diaria de ejercicio moderado puede desarmar los efectos dañinos de los excesos de comida y la inactividad, lo cual estaremos haciendo la mayoría de  nosotros durante las fiestas.

Aquí mi resumen:

Esta semana, también en nuestras latitudes, marca el comienzo de la época de comer demasiado y moverse muy poco, con su respectivo acompañamiento de un declive en la salud y sus siguientes lamentaciones. Pero un muy oportuno nuevo estudio sugiere que, una tanda diaria de ejercicio debería borrar o disminuir muchos de los efectos dañinos, aunque además te pases todo el día en un sofá.

Para llevar a cabo este valioso experimento, el cual fue publicado en línea en el Journal de Fisiología, científicos en la Universidad de Bath, en Inglaterra, reunieron a un grupo de 26 hombre jóvenes y saludables. Todos se ejercitaron regularmente. Ninguno era obeso, se les hicieron evaluaciones de salud, incluyendo biopsias de tejido graso, y se confirmó que cada uno tenía un metabolismo normal y sin síntomas de diabetes incipiente.

Los científicos les pidieron poner en peligro su salud estando inactivos y comiendo hasta hartarse.

El excedente de energía es el nombre técnico que en estas ocasiones se usa cuando la gente consume más energía en forma de calorías de las que queman. Si no se controla, el excedente de energía contribuye, como se sabe, a una variedad de problemas de salud, incluyendo la resistencia a la insulina—a menudo el primer paso hacia la diabetes—y otros problemas metabólicos.

Comer en exceso y estar inactivos pueden cada uno, por si mismo, producir un excedente de energía. Juntos estos, sus efectos negativos se agravan, a menudo en un peridoto muy corto de tiempo. Estudios anteriores han encontrado que incluso unos pocos días de inactividad y exceso de comida produce cambios perjudiciales en organismos previamente sanos.

Algunos de estos experimentos, también han llegado a la conclusión de que el ejercicio mitiga los efectos negativos de estos comportamientos, ya que reduce el excedente de energía, y se queman algunas de las calorías en exceso. Pero unos cuantos científicos sospechan que el ejercicio podría hacer más, ya que podría tener efectos fisiológicos que se extienden más allá de la incineración de la energía excedente.

Para probar esta posibilidad, claro, es necesario mantener el exceso de energía aún con el ejercicio. Y esto fue lo que los investigadores en la Universidad de Bath decidieron hacer.

Su método era simple. Se dividieron aleatoriamente a los voluntarios en dos grupos, uno de los cuales fue asignado a correr todos los días a un ritmo de intensidad moderada, en una caminadora durante 45 minutos. El otro grupo no se ejercitó.

Mientras tanto, se les pidió a los hombres de ambos grupos, dejar de moverse tanto, disminuyendo el número de pasos de cada día de más de 10,000 en promedio a menos de 4,000, como se mide por podómetros. El entrenamiento en las caminadoras del grupo que se ejercito no fue incluido en la cuenta de los pasos. Excepto cuando ellos estuvieron corriendo, estuvieron tan inactivos como el otro grupo.

Ambos grupos también fueron dirigidos a comenzar a comer sustancialmente y en exceso. El grupo que no se estaba ejercitando incrementó su ingesta calórica diaria en un 50 por ciento, comparada con la que habían tenido antes, mientras que el grupo que se ejercitó, consumió casi un 75 por ciento más de calorías que antes, con un 25 por ciento adicional sustituyendo la energía quemada durante el entrenamiento.

Después de todo, el exceso de energía neto diario fue el mismo.

El experimento continuó durante siete días. Luego ambos grupos volvieron al laboratorio para realizar pruebas adicionales, incluyendo nuevas mediciones de insulina y otra biopsia de tejido graso.

Los resultados fueron sorprendentes. Después de solo una semana, los jóvenes que no se habían ejercitado mostraron un significativo y poco saludable declive en su control de azúcar en la sangre y, no menos preocupante, sus células de grasa parecían haber desarrollado algo maligno. Esas células, examinadas usando técnicas muy sofisticadas de pruebas genéticas, estaban ahora sobre expresando varios genes que podían contribuir a cambios metabólicos no saludables y disminuyendo la potencialidad de otros genes importantes para un buen funcionamiento del metabolismo.

Pero los voluntarios que se habían ejercitado una vez al día, a pesar de los excedentes de energía comparables, no se vieron afectados de manera similar. Su control de azúcar en la sangre se mantuvo firme, y sus células de grasa mostraron mucho menos alteraciones indeseables en la expresión genética que los hombres sedentarios.  

“El ejercicio parecía borrar completamente mucho de los cambios inducidos por un exceso de comida y actividad reducida”, dijo Dylan Thompson, un profesor de Ciencias de la Salud en la Universidad de Bath y autor sénior del estudio.

Desde un punto de vista científico, este hallazgo da a entender que los efectos metabólicos de comer en exceso y la inactividad son multifacéticos, dijo el Dr. Thompson, con un excedente de energía que desata la genética también como otros cambios fisiológicos. Pero así como el ejercicio revoca esos efectos, es imposible decirlo si se basa en el nuevo experimento, añadió. Las diferencias en cómo cada metabolismo utilizó las grasas y carbohidratos podrían jugar un papel, añadió, como pudo haberlo hecho la liberación de ciertas moléculas de los músculos ejercitados, que solo ocurrió entre los hombres que corrieron.

De mayor interés, sin embargo, es el mensaje práctico del estudio de que “si se enfrentan a un período de consumo calórico excesivo e inactividad”–también conocido como días de fiesta–una tanda diaria de ejercicio evitará muchos de los cambios negativos, al menos a corto plazo, dijo el Dr. Thompson. Por supuesto, su estudio involucró a hombres jóvenes en forma, y un relativamente prolongado período de ejercicio. Pero los resultados probablemente se aplican, dijo, a otros grupos, como los adultos mayores y mujeres, y tal vez a un menor entrenamiento. Esta es una posibilidad que vale la pena abrazar ya que las raciones de dulces se acumulan.

 

 

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