Mucha gente salta el calentamiento para ahorrar tiempo, sin embargo esta es una opción segura de que terminarás lesionado, sobre todo si tu entrenamiento es intenso.
Un buen calentamiento trabaja tu sistema cardiovascular, incrementando el flujo sanguíneo a los músculos y eleva la temperatura del cuerpo de manera que estés listo para lo que sigue.
El calentamiento puede también ayudar a reducir el dolor en los músculos y disminuye el riesgo de lesión.
Sácale el mejor provecho a tu tiempo de ejercitarte y prepara tu cuerpo para trabajar. Actualiza tu calentamiento con uno de estos ejemplos.
Calentamiento Dinámico
Marcha en el mismo sitio
Opposite and Extending o Bird Dog
Haz cada ejercicio por 45 o 60 segundos antes de empezar con tu rutina.
Salta y Brinca (Skip and Jump)
Haz un minuto de saltos (skipping) y después 10 segundos de sentadillas con saltos. Repítelo dos veces.
Estos movimientos despertarán tu sistema nervioso y harán que tu cuerpo esté listo para empezar.
Balanceo y Sentadillas (Kettlebell Swing + Globet Squat)
Con una pesa rusa o kettle bell liviana haz 10 balanceos. Después agarra la pesa por las asitas y haz 10 sentadillas o globet squats.
Repítelo varias veces con más peso hasta que tu cuerpo este lo suficientemente caliente.
Rema
Remar en una máquina es mejor opción para calentarse que la caminadora, ya que este movimiento envuelve más grupos musculares. Puedes hacerlo por 8 o 10 minutos.
El calentamiento es tan importante como el entrenamiento en sí y el estiramiento.
Nunca lo saltes. Cuando calientas tus rutinas son más efectivas, y estás preparada para trabajar mejor y con un menor grado de lesión.
Sácale mejor provecho a tu rutina, actualizando tus calentamientos. Prepara tu cuerpo para hacer un buen trabajo.