El ejercicio aeróbico es cualquier actividad que te hace sudar, respirar con dificultad y que, también, hace que tu corazón lata más rápido que cuando estás en descanso. Este tipo de entrenamiento se encarga de fortalecer tu corazón y pulmones. Es por esta razón que también se le llama entrenamiento cardiovascular o cardio; y aunque este suene como un término médico, es el más utilizado en fitness.
Hay tres tipos de entrenamiento cardiovascular, los cuales listo a continuación.
El entrenamiento cardiovascular constante y de moderada intensidad
Este tipo de cardiovascular, se da cuando realizamos el ejercicio por un determinado periodo de tiempo, el cual típicamente debe ser de entre 20 a 60 minutos.
Aquí se debe trabajar en una intensidad moderada, o sea entre 6-7 en una escala de esfuerzo de 10. Cuando lo realizas debes poder tener una conversación sin necesidad de sofocarte. Lo puedes llevar a cabo de 1 a 5 veces a la semana pues no es una actividad agotadora. Sin embargo, no lo hagas 7 veces a la semana pues el cuerpo necesita descanso para recuperarse.
Lo puedes combinar con tus entrenamientos de fuerza el mismo día sin ningún problema.
El entrenamiento cardiovascular de intervalos de alta intensidad
Este tipo de entrenamiento, al cual le he dedicado un capítulo completo en mi Ebook Ponte en forma: Fitness práctico para todos, es una variación de cardiovascular más intensa y, es excelente para aquellos que quieren pasar a otro nivel de fitness.
Es también una manera ideal de perder grasa porque no solo quemarás más calorías mientras lo realizas, pero continuarás quemando muchas más hasta 48 horas después de realizado el entrenamiento. Esto lo hace mucho más efectivo que cualquier otra tipo de cardio.
Y si eres de los que no tienen mucho tiempo para ejercitarse, este tipo de cardio te vendrá muy bien ya que, sólo te tomará de 15 a 20 minutos por sesión.
Este puede ser realizado en cualquier máquina de cardiovascular en la que puedas acelerar rápidamente. Y si quieres llevarlo a cabo en espacios abiertos, están los sprints que tienden a ser una forma de intervalo superior.
Como es una forma de ejercicio intenso, no debe ser realizado más de tres veces a la semana y lo puedes integrar a tu entrenamiento de fuerza también. Recuerda que siempre debes tener un día de recuperación a la semana.
El cardiovascular de descanso activo
Así como lo indica su nombre, este tipo de actividad es la que asegura la actividad física aunque se esté en modo de descanso. Es increíblemente fácil de llevar a cabo y la intensidad se desarrollará entre un 2 a un 3 en una escala de esfuerzo de 10. Puede ser un paseo ligero alrededor de la cuadra o un juego de frisbee en la playa. Algo que no consiga acelerar tu pulso o no cause a tus músculos trabajar en contra de ninguna forma de resistencia.
Esta modalidad de cardiovascular pude ser beneficiosa porque ayudará a fluir la sangre a través de todo el cuerpo, lo cual ayuda a incrementar los nutrientes y el oxígeno que llegan a los músculos. Esto significa que puedes recuperarte muy rápido entre una sesión y otra, permitiéndote que puedas hacer un entrenamiento intenso más frecuentemente según te ejercites.
Es excelente para adultos que no tienen experiencia ejercitándose, y se pueden realizar entre 4 a 5 sesiones a la semana de 20-30 minutos.
Lo ideal es que…
Todo el mundo haga ejercicio cardiovascular, sin embargo, aunque el entrenamiento cardiovascular tiene sus méritos y su valor es inestimable, mi consejo es que no sólo te ciñas a este tipo de actividad. Es necesario hacer una base con los entrenamientos de fuerza, ya que para poder tener un mejor rendimiento cardiovascular, debes contar con músculos fuertes, sobre todo los de tu sección media.