22/11/2013 Mi Selección de la Semana en Fitness y Salud.

Pili Cuadrado

Pili Cuadrado

Sé que tienes una agenda muy ocupada, pero quieres mantenerte al día con  las últimas noticias e investigaciones sobre fitness y salud. Por eso, cada semana te informo sobre un artículo reciente que he leído. El artículo de esta semana es:

Keep Telling Yourself, “This Workout Feels Good” [Mantente Diciéndote, “Este Entrenamiento Se Siente Bien”]

Un estudio reciente muestra que mantras verbales como “Me siento bien” y “Lo estoy haciendo bien” pueden evitar la fatiga y mejorar el rendimiento del ejercicio.

Aquí mi resumen:

Un nuevo estudio muestra que decirte a tí mismo durante el ejercicio, que no estás tan cansado como crees que estás, podría hacer que esta declaración sea verdadera, teniendo en cuenta que el cuerpo esta entrelazado con la mente en maneras que estamos empezando a entender.

Para el nuevo experimento, publicado el mes pasado en Medicine & Science in Sports & Exercise, los investigadores de la Universidad de Kent en Canterbury, Inglaterra y otras instituciones, recurrieron a un grupo de 24 hombres y mujeres jóvenes, sanos, y físicamente activos, y les preguntaron si estarían dispuestos a pedalear hasta el punto de agotamiento, repetidamente.

La fatiga física es una condición sorprendentemente enigmática. Los científicos no entienden completamente como el cuerpo sabe cuando ha tenido suficiente. Muchos de nosotros podríamos suponer que la actividad cesa una vez que los músculos se han quedado sin combustible o líquidos. Sin embargo, en estudios con roedores, incluso después de haber sido empujados a correr hasta el agotamiento, los científicos han encontrado reservas de combustible en los músculos de dichos animales. Fisiológicamente, siguen siendo capaces de hacer más ejercicio, aunque sus cuerpos no parezcan pensar que si.

Tales experimentos han llevado a algunos científicos a proponer una teoría diferente de la relación entre ejercicio y fatiga, en la cual el cerebro, en lugar de los músculos, inicia el agotamiento después de recibir y analizar las entradas del cuerpo. Un elemento atractivo a esta teoría, a menudo llamado modelo psicobiológico, es que éste permite mas margen de maniobra. Si el agotamiento es determinado por el cerebro y es hasta cierto punto, subjetivo, entonces teóricamente los ajustes adecuados durante el entrenamiento podrían convencer a tu cerebro que se puede ir más lejos o trabajar más duro de lo que estuviera permitido.

Esta posibilidad motivó el nuevo experimento, el cual fue diseñado específicamente para determinar si alentándote verbalmente a tí mismo durante un entrenamiento fuerte, se pudieran afectar los cálculos de tu mente y evitar la fatiga.

Para probar esta idea, los científicos tomaron primero una serie de mediciones físicas iniciales de sus voluntarios. Luego, durante una visita al laboratorio, se pidió a estos que pedalearan una bicicleta estática computarizada en un 80 por ciento de su fuerza máxima predeterminada, hasta que sintieran que no podían pedalear mas y entonces pararan.

En todo momento, los científicos midieron la frecuencia cardiaca, la potencia de pedaleo, y la velocidad de cada voluntario. Como tenían electrodos en sus frentes y mejillas, los investigadores también monitorearon sus contracciones musculares faciales, por ejemplo las expresiones, un indicador fisiológico aceptado por aumentar el esfuerzo físico. Y preguntaron a estos varias veces durante y al final de la carrera, cuán difícil se había sentido el ejercicio en una escala de 0 a 10.

Una vez que se registraron las mediciones de cada uno de ellos, estos fueron divididos al azar en dos grupos. Un grupo continuó con su rutina normal de ejercicio por dos semanas. Los del otro grupo fueron entrenados en el diálogo a sí mismos, en voz alta o en silencio.

Los voluntarios elegidos aprendieron la mejor manera de decirse mantras en forma alentadora. Se les pidió también anotar todas las expresiones que se habían utilizado durante el ejercicio en el pasado. 

Cada uno escogió cuatro frases, y se les pidió que empezaran a repetirlas con frecuencia durante las sesiones normales y posteriores de ejercicio. Los voluntarios practicaron el diálogo, durante el ejercicio, por las próximas dos semanas.

Cada grupo regresó al laboratorio y se sometió a otra prueba de ciclismo hasta el agotamiento, durante la cual el grupo del mantra lo repetían, algunos en voz alta y otros en silencio.

Al final, fue obvio que con el diálogo interno se habían reforzado los sentimientos y el rendimiento. El grupo de los que se hablaban a sí mismos había pedaleado por mucho más tiempo antes de sucumbir al agotamiento, que en sus primeros paseos, e informó que el pedaleo se había sentido más fácil, a pesar de que, su ritmo cardiaco y expresiones faciales se habían mantenido igual, indicando así que el esfuerzo físico había sido tan grande como al principio.

Por su parte, los voluntarios en el otro grupo repitieron sus actuaciones de antes, durando el mismo tiempo que antes de retirarse y sentirse en el mismo grado de malestar.

Por un lado, estos hallazgos indican que la auto conversación mejora el rendimiento de resistencia en comparación con no decir nada, dijo Samuele Marcora, el director de Investigación del Ejercicio en la Universidad de Kent, y autor principal del estudio.

Pero una lectura más profunda de la información, añadió, refuerza la idea de que el agotamiento físico se desarrolla en gran medida, en tu cabeza. “Si el punto en el tiempo en el que las personas dejan de hacer ejercicio se determina únicamente biológicamente”, dijo, entonces decirte mantras no habría tenido efecto. Pero si los tuvo.

Para ser eficaz, sin embargo, el diálogo interno, probablemente, tiene que ser coherente y sistemático, dijo. Algunos de los voluntarios que murmuraron o se exhortaron a sí mismos silenciosamente, pero inconsistentemente, durante el pedaleo, no obtuvieron un beneficio apreciable. Mejor, sugirió el Dr. Marcora, es desplegar frases que particularmente te den ánimo y repetirlas frecuentemente, aun mejor si programadas, especialmente como si fueran un entrenamiento o una competición. Es como si todos pudiéramos estar esperando escuchar que, a pesar de los indicios contrarios, nos estamos “sintiendo bien”.

 

 

 

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