Hace casi dos meses tuve que hacer un cambio que para muchas de nosotras, por lo menos en nuestro país, significa un gran cambio. Decidí retirar a la chica que me ayudaba en la casa 5 veces a la semana. Mi intención era hacerlo desde hace mucho, pero no puedo negar que, me asustaba el hecho de quedarme sin ayuda tantos días a la semana.
Pues me decidí y contrate a una persona que me ayuda solo dos veces por semana. Un gran cambio que si bien es cierto que mi tipo de trabajo me lo permite sin embargo, pienso que todos podemos crear un equipo con nuestros propios hijos que, nos permitirá crear nuevos hábitos y tener una vida más simple.
Este cambio me ha permitido formar junto con mi hija un equipo de primera. Un equipo que funciona de maravilla. No solo esos días en que no tenemos ayuda externa, si no constantemente a lo largo de la semana. Esta nueva manera de desenvolvernos nos ha hecho más fuertes, creativas y sensatas. Y lo más importante es que nos ha hecho instalar nuevos comportamientos que están impactando de manera positiva nuestras vidas.
Ella por su parte ha instalado nuevas rutinas y hábitos que la ayudan a sentirse productiva, generosa y poderosa. Yo he tenido que estructurar mis días de otra manera y eso me ha permitido ser mucho más creativa y productiva, pues no hay tiempo que perder durante el día.
Lo que hemos logrado hasta ahora
Hemos estado construyendo nuestros días alrededor de dos o tres cosas fundamentales, de manera que nuestra vida se ha vuelto más simple, significativa y productiva.
Cada una de nosotras ha tenido que trabajar en nuevos comportamientos que se están convirtiendo en nuevos hábitos.
Estamos más alineadas y enfocadas en nuestras actividades y más compenetradas que nunca. Somos un equipo de clase mundial.
Un cambio que ha valido la pena y nos está dando la oportunidad de ser mejores seres humanos y que nos ha hecho empezar a diseñar una nueva vida, Una en la que hemos tenido que repensar nuestros valores, para tener mejores hábitos.
