Hace unos meses me encontraba trabajando con una clienta, que empezaba a ejercitarse por primera vez en su vida. Mi clienta es una persona rondando la tercera edad.
Mientras hacía mi trabajo tocamos un tema que muy pocos entrenadores tocan con sus clientes y, que muchos de los que se ejercitan como los que no se ejercitan, no saben. El gran efecto transformador que tiene el ejercicio en nuestros cerebros. El ejercicio es bueno para tu cerebro como lo es también para tu cuerpo. Y los investigadores están empezando a descubrir por qué.
Aquí te dejo algunas de las cosas que pasan en tu cabeza cuando tus pulsaciones aumentan:
Tu cerebro se vuelve más activo cuando te ejercitas
Tu cerebro se vuelve más activo durante el ejercicio, quizás mucho más activo que en cualquier otro momento.
Los investigadores han descubierto que el ejercicio aeróbico provoca un cambio en la amplitud y frecuencia de las ondas cerebrales. De esta manera podemos estar en un estado más alerta cuando nos movemos.
El cerebro trabaja a una velocidad diferente cuando el ser humano está en movimiento.
Tu cerebro rejuvenece cuando te ejercitas
Estudios en animales y humanos sugieren que el ejercicio provoca la producción de factores de crecimiento que nutren nuevas neuronas y ayudan a las células existentes a sobrevivir.
También que las personas activas físicamente tienden a tener vasos sanguíneos más sanos. O un «cerebro de apariencia más joven». para citar las propias palabras de los autores de estos estudios
Tu cerebro también se fortalece cuando te ejercitas
El ejercicio no solo protege las dos áreas principales del cerebro, el hipocampo y la corteza prefrontal, de enfermedades neurodegenerativas incurables, sino también que a medida que nos ejercitamos estas dos áreas tan susceptibles a estas enfermedades, se vuelven más fuertes y saludables.
Tu cerebro se recupera del estrés crónico cuando te ejercitas
El ejercicio nos ayuda a combatir los efectos de demasiado cortisol en nuestro cuerpo, producto del estrés crónico.
Cuando nos ejercitamos liberamos BDNF–Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro por sus siglas en inglés. Una proteína que sirve de fertilizante para las neuronas y, que además de permitir que estas se conecten y se reproduzcan, hace que esas neuronas que han sido dañadas por el estrés se recuperen.
Es por todo esto que los neurocientíficos hablan de ese gran efecto transformador que el ejercicio tiene en nuestros cerebros. Y, por consiguiente, de su preocupación por el precio tan alto que pagan esos que han adoptado un estilo de vida sedentario. Ya que más investigaciones han demostrado que se espera que las generaciones más jóvenes vivan vidas más cortas y menos saludables que sus padres.
Sería interesante revisar nuestros hábitos y que tipo de estilo de vida estamos construyendo, pues será el legado que le dejaremos a nuestros hijos.
Fuente: This is your brain on exercise