Mantenerte activo será el resultado de no esperar a sentirte bien o motivado para empezar a ejercitarte. Es muy raro estar motivado antes de empezar. Porque la motivación sigue a la acción.
Necesitas moverte, tomar acción para darte a ti mismo la oportunidad de sentirte bien. Hay que romper la inercia y, no precisamente con pensamientos positivos, sino tomando acción. Empezando.
Algunas prácticas que pueden ayudarte a mantenerte activo después que hayas empezado:
Agenda tu Actividad Física
Las cosas que se programan son las cosas que se hacen. Encuentra y programa esos 20 o 30 minutos de ejercicio y no pierdas la oportunidad de moverte.
Elimina las distracciones
No hay cosas que nos haga perder más tiempo y nos mantenga más sedentarios que el teléfono celular. Darte un descanso del celular en el momento en el que te ejercitas puede hacer una gran diferencia en tu entrenamiento. El resultado será una mejor sensación de felicidad y energía, pues probablemente habrás entrado en un estado de flow.
Mantén las cosas simples
Si hasta hace poco eras una persona sedentaria que ha roto la inercia y tomó acción ejercitándose, no te conviene complicarte. Mantén rutinas simples y alcanzables. Piensa más en salud que en desempeño óptimo.
Algo más y, no menos importante es, tu tiempo de descanso. Recuerda que para progresar necesitas descansar. El descanso es una parte importante, sino la más importante en la ecuación del progreso.
Más…
Algunas cosas que son claves para diseñar un estilo de vida de alto rendimiento y sentirnos realizados son:
Rodearte–sabiamente–de personas que apoyen tus objetivos de bienestar
Que tus objetivos se enfoquen en la maestría. La maestría es un camino sin final. Es trabajo infinito.
Pide ayuda y ayuda.
Abraza tus miedos.
Construye cosas.
Aliméntate y duerme bien.
Respira.
Muévete con frecuencia.
Recuerda lo que empezamos hablando, rompe la inercia. No esperes a estar motivado para empezar algo. La motivación sigue a la acción.