Hablando de cambio, transformación o desarrollo podríamos muy bien, también, pensar en retroalimentación. Y menciono esto, porque se me ocurrió la idea de convertir esta publicación de Instagram:
¨Tips para acelerar y eficientizar nuestro desarrollo¨
En este artículo, que tuvo una excelente retroalimentación, como una continuación del tema. Aquí te dejo los tips en los cuales abundo un poquito más.
Embodied Cognition
Pensar y sentir empieza en nuestros cuerpos y como nos movemos determina mucho de como nos sentimos. No podemos acostumbrarnos a resolver nuestros problemas solo pensando o hablando, pues en muchos casos nos vamos a sentir mucho peor.
La mayoría de nosotros no prestamos atención a nuestros cuerpos. Y si lo hacemos es desde un punto de vista cósmetico o estético y no kinestésico o atlético. Ya se ha dicho que somos la generación de humanos más desvinculada de nuestros cuerpos que ha existido.
De tal manera que si tenemos un problema queremos buscar la solución hablando de ese problema. Y muchas veces hablándolo nos hace sentir peores. Si pensamos en nuestra neurobiología, entenderemos que muchas veces el problema está en nuestro cuerpo, no en nuestra cabeza. Con lo cual, considera el hecho de moverte con intención para optimizar tu estado mental y emocional y, provocar cambios positivos a nivel celular en tu cuerpo y no solo desempeñarte mejor sino sentirte mejor.
Aparece y haz el trabajo
Hay que hacer el trabajo para movernos hacia adelante. En cualquier proyecto u objetivos ya sea de fitness o nutrición, hay que aparecer y hacer el trabajo para tener resultados. En este sentido recordemos los atajos o quick fix. Para tener resultados duraderos hay que hacer el trabajo.
Hazte preguntas difíciles
Por ejemplo, ¿Cómo me impactaría estar rodeado de personas correctas que apoyen mis metas de salud? ¿Cómo me sentiría el hecho de ser o estar más saludable y tener más energía? ¿Cómo me afectaría el hecho de ser más seguro de mi mismo y de no tener tanto miedo? ¿De usar protocolos que antes me han funcionado?¿Cómo sería mi vida si tuviera una mejor disciplina? ¿Si fuera más empático? ¿Más compasivo conmigo mismo?
Muchas veces cuestionarnos con este tipo de preguntas, nos da una más clara y mejor perspectiva de cómo nos estamos moviendo hacia delante y, hacer los ajustes correspondientes para generar un cambio.
