En el artículo anterior vimos los 5 pasos a tomar para empezar un programa de fitness. Uno de ellos es diseñarlo. Y para esto debes tomar en cuenta lo siguiente:
Saber cuáles son tus metas de fitness
¿Para qué quieres estar en forma? ¿Quieres correr un maratón? ¿Perder peso? Si tienes esto claro te será mucho más fácil conseguir tus objetivos.
Tengo clientes en la mediana y tercera edad que desean estar en forma ya sea para poder corretear y jugar con sus nietos en el jardín, o hacer largas caminatas con ellos en el campo o en la playa. Otros, acuden a mi estudio para realizar mejor un deporte, para verse mejor o, en general para ser más fuertes e independientes.
Crear una rutina básica
Recuerda que según las directrices del ejercicio publicadas por la Asociación Americana del Corazón en el 2008, se recomiendan 150 minutos de cardiovascular moderado a la semana o 75 minutos de cardiovascular intenso.
Mi recomendación es que hagas de 30 a 20 minutos de cardiovascular 5 o 6 veces a la semana y que incorpores 2 días de entrenamiento de fuerza. Estos pueden ser entrenamientos de cuerpo completo.
Comenzar despacio
Se cauto al empezar. Muchas personas empiezan muy intensamente y generalmente se lesionan o se fatigan y, esto no les permite ser consistentes en sus entrenamientos.
Si tienes alguna lesión consulta con un profesional para que te diseñe un programa para ti, en el que puedas ir poco a poco mejorando el rango de movimiento, la fuerza y resistencia.
Agenda tu tiempo de ejercitarte
Esto es muy importante, ya que las cosas que se hacen son las que agendas. Y es que encontrar el tiempo para el ejercicio puede ser retador para muchas personas. Sin embargo, si lo agendas con tiempo como si fuera cualquier otro compromiso, te sentirás más motivado a hacerlo.
Tomar tiempo para descansar
Mucha gente se ejercita demasiado o por largo tiempo y, sus músculos y articulaciones llegan a estar o muy cansados o se lesionan. Planea tiempo para descansar entre sesiones.
La recuperación es un aspecto importante de la condición física general. Es lo que te prepara para tu próxima sesión o entrenamiento. Si no te recuperas, inicias la próxima sesión cansada, lo que hará que tengas un rendimiento diferente o posibles lesiones.
Escribir tu plan en un papel
Todo lo que se anota se cumple. Esto te permitirá también ser consistente.
Mantén anotaciones en tu agenda o diario para cada día, así si pierdes un día puedes saber a qué se debió y qué debes hacer diferente para retomar. De esta manera podrás identificar qué pasó y de paso refuerzas el cambio. Y el plan se mantiene.