Ya habíamos dicho que el ejercicio es algo para todos y para todo. En este sentido si has decidido empezar a hacer ejercicio mi recomendación es que empieces de la manera más simple.
Esto porque si empiezas como lo hace la mayoría, es muy probable que a la semana dejes de ejercitarte. Cuando empezamos con grandes esfuerzos heroicos le ponemos más estrés a nuestro cuerpo. Un estrés que se suma al estrés diario de una vida estructurada, llena de responsabilidades. Si tienes una familia y además trabajas sabes a lo que me refiero.
Este estrés te generará a los pocos días de haber empezado una fatiga que no necesitas. Lo que quieres es sentirte mejor. El punto es empezar de manera inteligente e incluso mantenerlo así por un tiempo.
Para empezar a hacer ejercicio sin mucha complicación
Empieza por algo con lo que puedas comprometerte y no te fatigue. Elige una rutina de cuatro o cinco ejercicios básicos de cuerpo completo y repite 3 o cuatro veces. Hazlo 2 o 3 días a la semana y agrega una caminata de 10 a 20 minutos diarios o 5 días a la semana.
Mientras más simples sean tus objetivos, más fácil será cumplirlos. Esto tendrá un efecto muy positivo en tu categoría emocional del bienestar y cuando te vengas a dar cuenta querrás más y serás consistente.
La consistencia en el trabajo de acondicionamiento físico o fitness se empieza a construir de adentro hacia afuera. Pon atención a cómo te vas sintiendo. Y espera los cambios generales.