Hace unos días, mientras regresaba de mi caminata dominguera, venía pensando en lo que iba a publicar en mi cuenta de Instagram. El día anterior–sábado–ya había subido una foto lindísima de mi vecindario y no quería repetir.
No tenía ni idea de lo que publicaría.Y es que me gusta estar presente para las personas que me siguen y encuentran de alguna manera una inspiración o se motivan con mi contenido.
Así que legué a casa y empecé a revisar en mi teléfono y encontré en un archivo de imágenes–que había salvado de Pinterest–una que me llamo la atención. Ponía en inglés: “Start Anywhere” – Empieza donde estés. Y pensé, ¡me encanta!
Esa frase resonó muchísimo conmigo, igual que con todas las personas que comentaron o les gustó. Y es que, particularmente, he vivido esa realidad más de una vez. Todo lo que he logrado, lo he logrado empezando. Donde he estado y con lo que he tenido en ese momento.
Si hablamos de sueños y metas todo es posible. Y en cada consecución de estos, hay un denominador común, empezar donde estés y con lo que tengas.
Cuando empiezas sin esperar el momento perfecto o las condiciones perfectas y te lanzas, te llenas de una energía que te ayuda a seguir. Entonces la vida se encarga de ponerte las personas y situaciones perfectas y surge la magia. Algunos decimos que el universo conspira a favor de nosotros.
En realidad es que hay una gran fuerza en empezar. Esto aplica para todo. Si estas pensando en instalar un hábito, por ejemplo ejercitarte, o empezar un proyecto, solo empieza. Te garantizo que si lo haces, lo que recibirás a cambio te dará la voluntad para seguir y lograr lo que te propongas.
No pospongas vivir y alcanzar metas por esperar el momento perfecto. Hazlo. Toma acción. Empieza. Corre tu propia carrera y olvídate de los demás.
El crecimiento y la felicidad que obtendrás por el solo hecho de empezar te ayudarán a seguir. ¡Ya me contarás! 😉