Estiramiento: Una excelente manera de amar tu cuerpo

Pili Cuadrado

Pili Cuadrado

Hoy mientras hacia un estiramiento durante mi clase de Yin Yoga, tuve la idea de escribir este artículo.

Empecé a tomar Yin Yoga por una sugerencia de mi amigo y coach Yves Doucet, cuando en una conversación después de haber compartido con el en Toronto, le dije que había llegado a Santo Domingo con mis hombros tan cargados que apenas podía levantar los brazos del dolor.

Algo que para mi es una emergencia desde que mi trabajo sugiere salud, buena forma física y bienestar. Sin embargo, soy una persona común y corriente igual que mis clientes y seguidoras y yo también me estreso, me cargo y se me va la mano resolviendo cosas a todo el mundo.

Su sugerencia fue, primero olvidarme de los masajes, segundo quitarme gente de encima de mis hombros y tercero tomar una clase diaria de Yin Yoga durante 66 días. El tiempo necesario para hacer de esta práctica un hábito.

 

Mi proceso

 

Hoy es mi día número 31 y, no les puedo explicar con palabras todo lo que he logrado con esta práctica.

Una de las cosas que dicen los profesores de Yin Yoga es que, encontremos comodidad en la incomodidad.

¡Ay Dios mio! Esos estiramientos son para rendirse luego del primer segundo. Sin embargo, cuando encuentro confort en esa incomodidad, aparte de que estoy trabajando mi fuerza interior, quiero quedarme en la pose para siempre. Se siente rico.

Ha sido, hasta ahora, un lindo proceso que me ha brindado un bienestar interior y físico que sigue en aumento con cada día de práctica.

Beneficios

 

En mi libro digital Ponte en Forma: Fitness Práctico para todos, hablo de que una de las bases para un buen programa de fitness es el estiramiento. Estirar es una manera de darle el mejor de los remates a una sesión de entrenamiento, sobretodo cuando es intensa. Es la mejor manera de darle amor a tu cuero. A tus músculos. Sus beneficios son invaluables.

Imagínense lo que es llevar esos estiramientos al siguiente nivel con el Yin Yoga.

En estos 31 días he lograda sentirme más feliz, porque esos estiramientos son pura desintoxicación. Tengo más claridad mental, obviamente por los neurotransmisores que se liberan y por practicar el enfoque, el estar presente durante la clase. He perdido las libras que gané durante mi viaje a Toronto sin tener que recurrir a una restricción calórica extrema.

Además me he dado cuento de algo que me encanta. Se me han aclarado muchísimo las ojeras.

 

Mis hombros

 

Lo más importante y por lo que escribí este artículo es que el dolor en los hombros fue desapareciendo durante los primeros 15 días de práctica. Con lo cual imagino me deben quedar muy pocos, sino ningunos de los nudos que probablemente tenía cuando llegué de Toronto. Eso solo con esta práctica. No he tenido que darme ni un masaje.

Y si te estás preguntando si desmonté de mis hombros a toda la gente que cargaba, te cuento que sí. Sí lo hice. Es una de las mejores decisiones en lo que va de año junto con mi clase de Yin Yoga.

Escribí este artículo el día 15 de Enero, con lo cual hoy será mi sesión número 44/66 de Yin Yoga. Sigo Feliz.

 

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