Hace casi tres años logré hacer algo que había planeado 5 años antes. Sin saber cómo lo iba a lograr, me compré un carro nuevo. Recuerdo que en ese entonces, finales del 2015, mi padre todavía vivía. Y resultaba tenebroso para él el hecho de que durante los 5 años siguientes yo iba a estar comprometida a una cuota mensual para pagar este carro.
No puedo negar que el día que firmé el pagaré de ese préstamo salí del Banco muriéndome de un susto. Sin embargo, hoy casi tres años después, me agradezco a mí misma haberlo hecho.
Las oportunidades que se han desprendido de esa acción que se convirtió en un activo, han sido de provecho y prosperidad.
Eso mismo me pasó cuando en el 2011 me decidí a formar el hábito de meditar. Ya han pasado casi diez años. Y la meditación me ha llevado por caminos calmados y claros cuando aparecen en mi vida esos remeniones que todos tenemos.
Mi mensaje para ti hoy es que, dentro de 5 o 10 años, te vas a sentir agradecido y sorprendido de esa acción que emprendiste hoy, ese hábito que decidiste formar, de eso que quisiste cambiar.
Hoy es el día perfecto para empezar a construir eso que, en unos años, tu mismo agradecerás.