Hace unos días alguien me recordó la palabra intencionalidad. Fue mi terapista. Una persona que con su intencionalidad ha hecho un trabajo conmigo que me ha permitido gozar de más bienestar y ver las cosas con una perspectiva contundentemente positiva y aterrizada.
Cuando se pone intencionalidad, hacemos que las cosas pasen. Y recordando a Wayne Dyer con su libro el Poder de la Intención, este describía la intención como una fuerza en el universo. Yo digo que también es una fuerza que tenemos en nuestros corazones y que podemos usar para conseguir que las cosas pasen.
Mi conversación con Any, mi terapista, sucedió el día después del huracán Fiona. Vivo en Punta Cana por el momento y no recordaba cuanta desolación y destrucción puede dejar esta fuerza de la naturaleza que son los huracanes. A los pocos días me inspiré para hacer mi último reel en mi perfil de Instagram, dedicado a todas esas personas que iban a tener que empezar de cero o a los que la vida nos había redireccionado y a los que se sentían estancados en algunas de las dimensiones del bienestar.
Y explicaba que la intencionalidad aplica a todas las áreas del bienestar. En mi caso esa palabra llegó de nuevo a mi vida en un momento donde he tenido que redireccionar mi vida y cambiar patrones y hábitos que ya no me estaban sirviendo.
Vamos a vivir los nuevos comienzos, los retos y las redirecciones con intencionalidad. Es de esta manera que podemos seguir fluyendo y construyendo una vida con bienestar.
Espacios disponibles para entrenamientos personalizados con bandas de suspensión de manera virtual para todo el mundo y presencial dependiendo de tu ubicación. ¡Anímate!