La mejor táctica para ser productivos es decir no.
Cuando decimos que no estamos eliminando algo que en lo sucesivo representará un aumento de nuestro activo más importante, el tiempo. O cómo ha dicho James Clear, ¨cuando dices no te ahorras tiempo del futuro. Decir si te cuesta tiempo en el futuro¨. Con lo cual NO es una forma de crédito y SI es una forma de débito.
Esto también puede aplicarse exitosamente a otras áreas del bienestar integral. Por ejemplo, en la dimensión emocional, ya que a muchos nos cuesta decir no porque en nuestra infancia nuestros padres no entendían de límites. Algo realmente necesario para tener un sistema nervioso en calma y poder ser más productivos.
Por qué decimos que si
La mayoría de las veces decimos que si porque no queremos pecar de egoístas o mal educados. Porque si lo pensamos, decimos si a cosas que ni siquiera queremos hacer.
Otras veces decimos que si porque la falta de límites en la infancia genera incomodidad para establecerlos en la edad adulta. Se nos hace difícil decir que no. Heredamos un desconocimiento en lo que sería forjar una autonomía o expresar plenamente lo que queremos.
Como ha dicho Nicole Lepera ¨los límites son esenciales, y también asustan muchísimo, especialmente si venimos de familias donde se traspasaban constantemente¨. ¨La mayoría no hemos aprendido a decir que no¨.
El resultado es que decimos que si a proyectos, oportunidades o personas para luego sentirnos abrumados por todas las cosas que tenemos que hacer y que nos quitarán nuestro tiempo y energía.
Lo ideal es decir si a lo que nos ayuda a crecer o a ser exitosos y de lo contrario decir amable y directamente NO.
Las oportunidades del no y del si
Cuando decimos no estamos eliminando una sola opción. Y estamos ahorrando tiempo y energía para más de una oportunidad en el futuro.
Cuando decimos si estamos diciendo no a más de una oportunidad en el futuro. Nos estamos endeudando con nuestro tiempo y energía.
Y para volver a citar a James Clear: NO es una decisión. SI es una responsabilidad.
La función del no
No estamos haciendo nada malo cuando decimos que no, solo estamos tomando una decisión. Piensa en el método de la eliminación para ahorrar tiempo y energía. En este sentido será más importante y útil eliminar que optimizar.
Cuando se trate de nuevos proyectos, carrera o cualquier otra actividad piensa en que estarás diciendo NO que será un SI de una manera mas sensata y enfocada.
Decir que no es una estrategia importante para desarrollar en todas las áreas de tu vida, algo que puede permitirte alcanzar éxito porque puede ayudarte a ahorrar tiempo.
Necesitas decir que no a cualquier cosa que no resuene con un sistema nervioso en calma y con tus objetivos o gran meta. También necesitas decir que no a las distracciones que no te permiten ser productivo. Y también a fantásticas oportunidades cuando no son tu prioridad número uno. Elige cuidadosamente.
Haciendo un upgrade al hábito de decir no
Con el tiempo, si has sido exitoso diciendo que no, probablemente tendrás que cambiar tu estrategia. Y es que tiene muchísimo sentido si piensas en que, por haber dicho no, has alcanzado cierto éxito y tu tiempo tendrá aún más valor.
Según mejoran tus habilidades, te haces más experto en saber lo que funciona y lo que no funciona. Y las distracciones se harán más obvias. En este sentido irás restringiendo tu límite para decir si.
No es solo tener que decir que no a las distracciones, sino también a esa gran oportunidad que puede evitar decir si a otra aún mejor.
Cómo decir no
Me imagino a cuantas cosas has de haber dicho que si. Cuando en realidad quisiste decir no. Ahí he estado yo. Y es que nunca digas que si. Es que solo digas si a cosas que tengan sentido para ti.
Si te cuesta decir no, la regla de los 20 espacios (20 slots rule) de Warren Buffet puede serte útil. Parte de su éxito, dice, es haber dicho que no a la mayoría de las oportunidades que se le presentaron.
Y en un sentido más divertido, definitivamente un no es inminente si no sientes que puedes decir ¡Ay si!
Más…
Mientras trabajaba con este artículo e incrédula ante cual sincronía, leía una entrevista de Isabel Allende en la que al final decía que a sus casi 80 años sentía la misma pasión por la vida. Pero que había aprendido a decir no a muchas cosas, lo que le ha servido para ahorrar su tiempo y energía.
Este artículo estaba programado para salir la semana que viene y mientras esta mañana me encontraba diciéndole a mi hija que guardara su SI para algo que realmente resonara con ella, decidí que era el momento de publicarlo.