Muchos pensarán que lo que hagan al despertar cada mañana no importa mucho, sin embargo en mi experiencia lo que haga o no haga cuando me despierto hará una gran diferencia en el resto de mi día.
Dicho esto, contarles que por eso es tan importante para mi mi rutina mañanera. Y por eso trato de apegarme a ella todos los días incluyendo los fines de semana. Esto me permite priorizar mejor, administrar mi tiempo y ser una persona minimalista, algo que me permite desempeñarme mejor.
Comprometerse a una rutina mañanera tendrá que ver en gran medida con lo que funciona o no para tí. Ya que todos tenemos estilos de vida diferentes. Por eso me he animado a compartir la mía contigo. Quizás resuene con tu estilo de vida o de lo contrario te de ideas para configurar la tuya. Siempre teniendo en cuenta que una vez configurada debe ser algo a lo que puedas apegarte.
Meditación
Es lo primero que hago cuando me despierto. Tanto acostada como sentada en forma de loto en mi cama, lo primero que hago es meditar de 15 a 20 minutos. O sea que empiezo el día trabajando mi mente y mi espíritu. Creando espacio entre mis pensamientos y sentimientos que los acompañan. Una manera de calmarme, porque meditar es invertir en serenidad.
Hidratación
Luego de meditar, salgo de la cama y me tomo 16 onzas de agua. Dos vasos que dejo preparados en mi mesa de noche desde la noche anterior.
Mucha gente no entiende que amanecemos deshidratados, pues nuestro cuerpo aunque estemos durmiendo esta trabajando en otras funciones–cerebrales y a nivel celular–y gastamos energía. Además de que beber agua después de levantarnos es útil para ayudar a nuestro organismo a eliminar las toxinas acumuladas durante la noche.
Oración
Dar gracias por un nuevo día, encomendar a mis hijos y pedir por sabiduría y visión en mis planes. Es algo que me reconforta enormemente, además que la práctica de la oración nos hace liberar neurotransmisores que nos ayudan a sentirnos más felices y calmados.
Reflexión y Journaling
Desde hace muchos años una clienta me manda todos los meses un ejemplar de la Palabra Diaria. Me encanta la Palabra Diaria porque es un estilo de reflexión que resuena mucho conmigo. Leo la reflexión del día y escribo en mi diario algo relacionado con ella. Escribo también mis tres metas más importantes del día y cualquier otra cosa que quiera dejar plasmada para volver a leerla.
Movimiento
Aunque desde hace unos años instalé el hábito de madrugar, debo reconocer que no soy una persona mañanera. En otras palabras, me muevo muy lentamente tan temprano. Imagínense lo que supone hacer ejercicio a las 5 am para mí. Eso lo he resulto haciendo de 10 a 15 minutos de saludos al sol, es algo que me encanta y me deja totalmente energizada.
Es después más adelante en la mañana que realizo un entrenamiento mas largo o una clase de Yoga Flow. Es decir que mis entrenamientos mas largos no son parte de mi rutina de madrugada.
Y después que he trabajado en mi mente, espíritu y cuerpo es que empieza mi día hacia afuera. Es cuando entro en contacto con otras personas, atiendo a mis clientes y chequeo los mensajes en las redes y mis bandejas de correo.
Más…
Hace unos meses hablando con Daniel, uno de mis mejores amigos, llegamos a la conclusión de que nuestros rituales o rutinas mañaneras son nuestro asidero. Es de donde nos agarramos fuerte para que nuestros días sean productivos, para sentirnos en control, más felices, positivos y energizados. Por eso cuando por alguna razón no puedo cumplir con mi rutina, me siento desorientada.
No todos los días son perfectos, pero un ritual o rutina mañanera siempre hará que el día sea un poquito mejor. Quizás esta no sea la rutina perfecta para ti, sin embargo puedes encontrar la que esté alineada a tu estilo de vida y manera de ver el mundo.