Caminar podría ser el mejor ejercicio que existe

Pili Cuadrado

Pili Cuadrado

Caminar es de esas formas de ejercitarte que pudieran resultar al final en la mejor ruta para el mejor fitness.

Según un estudio publicado por el British Journal of Sports Medicine  hay una gran evidencia de que al final, caminar a paso rápido, resultaría en vivir más con muy buena salud. 

Ya sea que se trate de un paseo en un precioso día, caminar hacia y desde el trabajo, o ir de tiendas, el hecho de poner un pie frente al otro de manera rítmica es tan natural como respirar y pensar. Con lo cual, es una muy buena elección para mantenernos en forma y saludables. 

Otro estudio, publicado a principios de este año en el American Journal of Preventive Medicine, examinó a casi 140,000 hombres y mujeres en los Estados Unidos. Y llegó a la misma conclusión. Participar en al menos 150 minutos por semana–30 minutos diarios–de caminata rápida se relacionó con una reducción del 20 por ciento en cualquier causa de muerte. 

Sin embargo, si bien caminar con regularidad promueve la buena salud, también podría ser que no puedas caminar regularmente o enérgicamente si no tienes buena salud. Es por eso que lo mejor sería combinar las caminatas con sesiones cortas de entrenamientos de fuerza.

Más…

Caminar se ha comparado, en muchas ocasiones, con formas más intensas de ejercicio, como correr. Aunque los expertos creen que correr podría ser mejor. Pero esto es solo si no te lesionaras y lograras hacerlo regularmente. Algo con lo que más del 50 por ciento de los corredores (lo he visto mucho) luchan.

El punto es que, si disfrutas y puedes realizar otros tipos de entrenamientos más demandantes, hazlos.  Pero si te lesionas con frecuencia o simplemente no quieres vivir ese dolor, en este caso voluntario, de lo que supone entrenar en un gimnasio o en la pista, entonces camina a paso rápido.

La mayoría de nosotros podemos caminar enérgicamente durante 30 a 45 minutos al día. Y  lograr muchos beneficios para la salud. Y si lo hacemos regularmente durante el transcurso de nuestras vidas, hay pruebas bastante convincentes de que podría ser el único ejercicio que necesitemos.

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